Estos pequeños merenguitos son el complemento ideal en cualquier mesa de dulces. Se pueden hacer de cualquier sabor y color, por lo que pegan con todo. Por fuera quedan crujientes pero por dentro el merengue queda tierno, jugoso….uhmmmm
Estas vez los he hecho en color rosa y de frambuesa, me encanta este sabor, pero os animo a que busquéis el sabor que más os gusta o que los combinéis de distintos sabores para sorprender a los invitados.
Los merengues se pueden hacer con huevo o con albumina. Si usáis huevo que sea pasteurizado, please, que el interior no se cocina y os arriesgáis a enfermar a todos. Yo personalmente prefiero la albúmina, ¿qué es la albúmina?Clara de huevo deshidrata, se puede usar en crudo sin arriesgarnos a pillar una enfermedad, y dura muuuucho más que la clara de huevo por lo que los merenguitos nos pueden durar un par semanas.
Ingredientes para unos 40 merenguitos (dependerá del tamaño):
2 cucharadas de albumina
90gr de agua
100gr de azúcar blanca
150gr de azúcar glass
Aroma de frambuesa
Colorante rosa en pasta
Antes de empezar un pequeño apunte sobre el aroma, la cantidad a echar depende de los concentrado que sea este. Usad un aroma que no sea en base de aceite, ya que al glaseado y merengue no le va bien. Yo os aconsejo el de nuestra tienda que es superconcentrado (pincha AQUI), con unas gotas os valdrá y así no modificáis la receta.
Ponemos la albumina y el agua en la batidora y batimos hasta que se vuelva espumoso. Hay que batir con las varillas, no vale usar la minipimer con las cuchillas. Añadimos el azúcar blanca y el aroma seguimos batiendo hasta que se vuelva brillante. Dejamos de batir y le añadimos el azúcar glas tamizada. Integramos moviendo con una cuchara. Por último añadimos el colorante al gusto, buscando la tonalidad que nos guste.
Ahora viene la parte complicada: el horneado. Hay que tener cuidado porque es complicado saber cuando están hechos, en cuanto doran pierden el color y no valen, y si lo sacas muy pronto al intentar cogerlos puedes romperlos. El truco es que más que hornearlos vamos a «secarlos» en el horno, por lo que vamos a poner el horno a la mínima temperatura, unos 50º-60º con calor por arriba y por abajo y sin ventilador.
Mientras precalentamos el horno, ponemos la masa en una manga con la boquilla 1M. Y vamos haciendo la figura que queramos encima de una bandeja de horno forrada con papel de horno. Yo prefiero usar el tapete de silicona para los macarons, el que yo tengo te marca dos tamaños y puedo hacer los merengues del mismo tamaño o en dos tamaños diferentes.
Metemos los merengues en el horno y los tenemos que dejar hasta que sequen, unas horas. Si veis que se empiezan a rajar es que la temperatura es muy alta, abrir un poco la puerta del horno y bajar la temperatura del horno.
Para ver si está listo primero presiona suavemente con el dedo para comprobar que por fuera está duro, luego intenta moverlos suavemente, si aún está pegado es que por abajo no están hechos, bajad la bandeja a la parte inferior del horno y dejadlo hasta que podáis cogerlos sin problemas. ¡Listos, preciosos y buenisimos!